El término Kung Fu, conocido también como gongfu bajo su escritura romanizada pinyin, suele utilizarse para referirse a las artes marciales chinas en general. De hecho, es el término más comunmente utilizado en occidente para aludir a las mismas. Sin embargo, Kung Fu no es un concepto exclusivo de las artes marciales; de hecho se puede definir como algo logrado a través de tiempo y esfuerzo. El concepto Kung Fu, por lo tanto se refiere a cualquier habilidad, no necesariamente marcial, lograda con inversión de tiempo y trabajo. Para referirse a las artes marciales en particular, el término más preciso es wushu, artes marciales, o zhongguo wushu, artes marciales chinas.
El kung fu se extendió a Japón en varios momentos de la historia. Durante las guerras feudales en Japón, algunos samurai viajaron a China para aprender artes marciales. A finales del siglo XIX y principios del XX algunos habitantes de la Isla de Okinawa también viajaron a China para aprender kung-fu y añadirlo a sus sistemas de lucha, dando lugar a lo que hoy se conoce como karate y kobudo. Algunos de los estilos de kung-fu como el Bai Hok Pai ("estilo de la grulla que canta"), el Hsing I Chuan ("boxeo de la voluntad") y algunos elementos del Shaolín Chuan ("boxeo del monje") son considerados la madre de las diferentes variantes del karate de Okinawa y japonés.